viernes, 30 de mayo de 2008

Lost 4 Season Finale

Análisis en caliente del último episodio de la cuarta temporada de Lost.







SPOILERS A TUTIPLÉN, POR SUPUESTO

Puta broma de mal gusto.

No es emocionante, no hay respuestas y la que hay es cutre. Mueven la isla con una jodida palanca, UNA JODIDA PALANCA. Lo de que no llamen a Locke por su nombre es inverosímil. Si cuando falta poquísimos minutos para que acabe la temporada aparece Claire que “aparezca” de verdad, porque que te esperes una revelación de la ostia y al final sea un puto sueño me toca los cojones, en un capítulo 01 me vale, pero en una season finale, es como para encarcelarlos. Y lo que más me molesta de todo: por qué Kate jamás lleva pantalones en los flashforwars? Faltan planos imprescindibles: cuando Sawyer y Kate se besan tengo que ver al menos cinco planos de Jack y su cara de vómito en cada una de sus fases, y cuando Jack dice “estamos vivos” tengo que ver a Sun recordando a su maridito.

Pero lo que más me ha mosqueado de verdad ha sido que hayan estropeado la mejor escena de la historia de Lost poniéndole un pegote en plan secuela cutre. Vamos a ver: llevamos un año recordando a Jack gritando “We have to go back!” mientras Kate se piraba y era desgarrador. Que de repente Kate “rebobine” con su coche, y tras un año escuche las palabras de Jack y se enfurruñe es que es de juzgado de guardia. Y también estupendamente cutre es que nadie de los que iba en el carguero intentase subir al helicoptero y se limitase a corretear por la cubierta jugango al pilla pilla... "es el helicoptero vip, no hay sitio para nosotros".

Ah! Y lo de la imagen (la que encabeza este artículo) también tiene delito… vale que Locke esté desorientado, pero que vea cómo el cansino de Ben está haciendo justo lo que no se debe hacer si quieren seguir con vida y se limite a señalar con cara de tonto... es que eso no lo haría ni Charles Chaplin.

Pero tengo entrada gratis para el Primavera Sound por lo que la vida es maravillosa.

lunes, 26 de mayo de 2008

Comentario de los comentarios

No os penséis que no he notado que esta semana no he actualizado, esas cosas las nota uno. Muy pronto vuelvo con otro artículo sobre finales de temporada: una cosita modesta que analiza y compara los finales de las primeras de Damages y Dexter (ya veré si soy capaz de hacerlo sin spoilers, pero en caso de que no haya tutía prometo aviso previo).

Bueno pues hoy como agradecimiento a los primeros posts de los primeros lectores, actualizo con mis comentarios-sobre-vuestros-comentarios, que la verdad es que no han dado puntada sin hilo, y merecen ser recopilados en su propio artículo. Pretendo mantener esta costumbre siempre que vea que un tema da para ello, porque además de servir para reavivar el debate y llegar a nuevas conclusiones, complementan de forma estupenda los artículos.

Eso sí, a partir de ahora cuando vuelva a comentar los comentarios, lo haré actualizando su artículo correspondiente con una de esas etiquetas tan chulas de “sigue leyendo”.

Allá vamos:

GALICIANDREAMER y MARÍA P. opinan que las series que se llaman igual que el nombre del prota funcionan muy bien cuando el carisma del mismo es “predominante y decisivo” en la historia, él cita ejemplos como House o Dexter y ella Anatomía de Grey y Veronica Mars (se os notan los cromosomas eh¿?)… bien, no es un mal argumento, pero le faltaba algo, que no era capaz de identificar, pero LEXINGTONE da en el clavo: “Puede que eso dependa de la envergadura de la serie. Cuando se crea un mundo propio, en el que se explica hasta cómo se reproducen los leucocitos, quizás un título con nombre de prota no sea lo más indicado. Mas sin embargo, si se trata de una historia pequeña en lo único que importa es ver cómo le pegan a un ciego con un palo acolchado, la cosa cambia.”

Bien. Lo que sí que he detectado es que no me habeis entendido muy bien cuando hablo de que títulos genéricos como “Lost” o “Friends” ayudan a potenciar la iconicidad de una serie. No se confunda calidad con iconicidad, en ningún momento en este artículo valoro la calidad de estas, sólo digo que sus títulos ayudan a crear la idea de Universalidad, de fácil identificación con la historia. Si se llamasen “815” o “Central Perk”, evidentemente, no perderían calidad pero puede que sí nos resultara más difícil entenderlas como paradigmas de las series de aventuras o de comedia, en estos casos.

Luego JUSTIN TIMBERLAKER explica el caso curioso de Firefly. “Firefly” es el modelo de la nave en la que viajan los protagonistas, pero al mismo tiempo es en cierto modo un personaje más, ya que en muchos capítulos se refieren a ella como… pues eso, “ella”.

Pero a mí lo realmente llamativo es que le pongan a la serie el nombre del modelo de la nave y el propio nombre de la nave, es decir: Serenity (título de la posterior peli basada en la serie). Esto sí que me escama.

De nuevo JUSTIN TIMBERLAKER y CUNDÍNS PEQUE comentan que The Sopranos evoca directamente la mafia… ummm no sé yo si no supiéramos de qué va la serie si pensaríamos en la mafia, al menos no más que con cualquier otro apellido italiano. Puede ser, no digo que no. A mí lo que sí que me parece es que ese título es bastante rompedor en el sentido de que siempre que nos encontramos con una serie centrada en una familia estos se llaman “The Bradys”, “The Winslows”, o por supuesto “The Simpsons”, pero cuando te encuentras con un apellido no americano tipo “The Sopranos” te rompe los esquemas y eso, claro, siempre es bueno. Es algo así como, esta serie va de una familia, pero que no es la típica familia… ay va! “La Familia” tampoco sería un mal título. ;)

MARQUS pone otro ejemplo que, de hecho estaba incluído en mi primera versión del artículo, y es “Cómo conocí a vuestra madre”: “How i met your mother está, afortunadamente, destinada a mostrarnos cómo Ted conoce a la madre de sus hijos y espero que no le ocurra lo que a Siete Vidas.” Pues bien, yo no soy gran seguidor de esta serie, así que no me quiero meter en camisas de once baras, pero yo creo que el problema aquí no es que el título la comprometa a nada, es precisamente la premisa, ese gran flashback que es la serie, la que lo hace… se supone que cuando la conozca se acabará?, si esto fuera así, harían que este momento fuera atrasado eternamente si la serie funcionase bien. Y en caso de que una vez que la conozca, la serie siga, entonces sí que el título se quedaría un poco fuera de lugar: porque si en el 4x22 descubrimos quién es la madre de los churumbeles, pues bueno, podemos aguantar otra temporada de “cómo conocí -a fondo- a vuestra madre” pero no más, aquí sí que el título sería un problema, y de nuevo también la premisa ya que los niños no aguantarían otra temporada más de “epílogo” de la historia.

Me he partido de risa con NORMALOVE (recientemente convertida en Sylviariel) y su “Embrujadas... pero coño, no son ELLAS las que embrujan????”

Y ya para acabar, comento uno de los títulos que deja VSANCHA: “Hill Street Blues”, que si es lo que yo creo, ya que nunca he visto esta serie, a pesar de que sé que es todo un referente y tal, pues es efectivamente muy bueno, veamos: “blues” puede ser una forma de referirse a los policías (debido al color de sus camisas), pero también puede leerse más literalmente como “música blues”, intentando que asociemos el tono y el ritmo de la serie con el de este tipo de música.

De hecho este ejemplo es muy similar al que pongo con Damages – Daños y perjuicios, que nos da la contexto y el tono en una sola expresión, a la vez que no “encorseta” el futuro de la serie”.

Ahora eso sí, el Minipunto Friki-Pop© de hoy se lo lleva LEXINGTONE por su “Parábola del hombre ciego y el palo acolchado”.

jueves, 15 de mayo de 2008

Cuando las series hablan de sí mismas










Aunque últimamente se ha puesto de moda y estoy un poco saturado, en general, me encanta cuando los guionistas de una serie ponen en boca de sus personajes referencias internas, guiños paratextuales (referidos al “envoltorio” de la historia) o, a veces, simplemente intentan justificar o reírse de sus propios errores o incongruencias.

En ocasiones el universo “extra-serie” y el propio de la historia se entrelazan haciendo que, por ejemplo, Sole en Siete Vidas confiese no aguantar a Amparo Baró. No sospecha ni por asomo que en una “realidad paralela” esa misma actriz interpreta a la propia Sole en una sit-com de Telecinco.

Otras veces, por el contrario, los protagonistas parecen darse cuenta de que viven en un mundo ficticio: recuerdo un capítulo de The O.C. en el que Summer reconocía lo afortunados que eran ella y sus amigos por tener un pub en el que tocaban grupos de primer nivel y encima a un volumen perfecto para poder al mismo tiempo hablar entre ellos.

Los chicos de Friends, en cambio, no parecen valorar que el sofá del Central Perk esté siempre disponible para ellos… al menos hasta que en la magnífica escena que inaugura la tercera temporada, se lo encuentran ocupado y claro, flipan.

Por otro lado, que Veronica Mars no deje de repetir que en su ciudad nada pasa por casualidad (“This is Nepturne… nothing happens accidentaly”), es una forma de decir al espectador que o acepta que allí se cometen tres crímenes al día, o esa no es su serie.

Tal vez uno de los casos más divertidos y llamativos de los últimos tiempos haya sido el de esa escena de Lost en la que el Doctor Artz, uno de los naúfragos a los que no habíamos conocido pese a compartir playa con los protagonistas, reivindica sus minutos en pantalla: “Perdona si no soy lo bastante guay como para formar parte de tu panda de aventureros (…) pensáis que sois los únicos de la isla que hacéis algo importante… Te diré una cosa, hay otros 40 supervivientes del accidente, y también somos personas”. (La foto pertenece precisamente a ese momento).

Pero Lost es un caso aparte, ya que la autoreferencia es constante en ella. ¿Los guionistas quieren que descartemos la teoría de que la extraña isla es el Purgatorio? Pues hacen que los protas se planteen esa posibilidad, para descartarla enseguida: “Obviamente no estamos muertos” “-Obviamente.” Pero mi favorita fue: “¿Qué estáis discutiendo, cuál es vuestro Otro favorito?” Los Otros eran el grupo de malvados habitantes de la isla que habíamos conocido esa temporada, y haciendo esta pregunta, el siempre punzante Sawyer parodiaba las encuestas en los foros de internet.

Para explicar el siguiente caso, debemos recordar un aspecto del artículo anterior: comentábamos que en las series, pueden pasar todo tipo de cosas a lo largo de las temporadas, toda suerte de cambios pueden llevarse a cabo: debido a que la propia historia evoluciona de forma natural, por la intervención de directivos por encima de los creadores, por las exigencias de los propios expectadores, o incluso por las necesidades o impedimentos de miembros del equipo artístico o técnico.

Todos recordamos el caso de Judy, la hermana pequeña de Cosas de casa (la serie de Steve Urkel) que tras cuatro temporadas actuando como secundaria, por motivos de producción, dejó de aparecer e incluso de ser mencionada, sin ningún tipo de explicación dentro de la trama(1).

Otra hermana, en este caso la de Cory en Yo y el mundo, vivió un caso similar, pero finalmente regresó tras un tiempo. Eso sí, volvió con el cuerpo de otra actriz y con bastante más protagonismo. Lo curioso es que no fuimos los únicos en sorprendernos de la reaparición de la niña. Incluso el propio Cory parecía no recordarla: “¡Morgan! ¡¿cuánto tiempo llevas sin salir de tu cuarto?!” (una línea de guión que, por cierto, encaja a la perfección en este artículo)

Pues bien, uno de los casos más interesantes que ha dado el metalenguaje televisivo de los últimos años (por supuesto desde mi punto de vista): tiene mucho que ver, de nuevo, con una hermana pequeña, en este caso Dawn, la hermana de la protagonista de Buffy Cazavampiros.

En el primer episodio de la quinta temporada vemos cómo se introduce (en lugar de desaparecer, como en los anteriores ejemplos), y sin que se nos explique a cuento de qué, este nuevo personaje. Los demás se relacionan como si siempre hubiese estado allí, llegando a hacer comentarios sobre sucesos de temporadas anteriores como si ella los hubiese presenciado.

Por supuesto, todo era un experimento de Joss Whedon (creador de la serie, y del que hablaremos a menudo por aquí) que con el tiempo, demostró tener una explicación lógica dentro del contexto de la serie para la aparición mística de la niña y la inserción de su recuerdo en las memorias de los demás personajes. Un experimento que suponía un verdadero homenaje o puede que una descarada parodia al lenguaje televisivo, dando una vuelta de tuerca y llevando al terreno más literal a esas “hermanas mágicas”.

Ya para acabar, hablamos precisamente del spin-off de Buffy: Angel.

En la última temporada antes de su cancelación, vemos cómo el propio Angel comienza a coquetear con las fuerzas del Mal llegando a sacrificar a Fred, una de una sus mejores amigas, con el objetivo de ascender en la escala de poder.

En realidad, Fred había muerto, sí, pero Angel no tuvo nada que ver con ello. Fingirse cómplice de su asesinato era parte de una farsa orquestada por el protagonista para hacer creer tanto a sus amigos como a sus enemigos que se había cambiado de bando. De esta forma, podría atacar desde el interior como una especie de caballo de Troya.

(Se acerca el momento clave) La cuestión es que, cuando Angel rebela a sus compañeros el truco, sus verdaderas intenciones, ellos rápidamente le interrogan en torno a Fred y a la verdadera causa de su muerte.

(Y así llegamos a donde queríamos): “Fred murió y yo no iba a dejar que fuese sólo otro horrible evento al azar en un horrible mundo azaroso. Así que decidí usarlo, hacer que su muerte importara.”

De nuevo, con este original giro, nos encontramos con esos casos en los que parece que una parte de los personajes no puede obviar que viven en un mundo de ficción construido para que vivan en él y en el que, además, cada uno de los acontecimientos suceden con un objetivo, trayendo más consecuencias derivadas que el aconteciemiento en sí. Por eso, cuando por primera vez, un personaje se encuentra dentro de ese mundo de mentira con un evento fruto de la mera casualidad, necesita darle una utilidad que lo dote de trascendencia y por lo tanto, de sentido.


Hasta aquí llega mi exposición, ahora en la zona de posts espero leer vuestros ejemplos de metalenguaje, para que, junto con todos los que se me han quedado en el tintero configuremos un artículo actualizado que recoja los mejores y más ingeniosos.

Ah! y si a alguien le suena lo que he contado de Angel que por favor lo comente. y es seguramente que está copiado de alguna otra obra literaria o cinematográfica, porque de no ser así, me sorprende que no le hayan dado “más bombo”.

(1)En IMDb, el personaje (interpretado por una actriz diferente de la original) aparece acreditado en los 2 últimos capítulos de la serie.

(*)Os dejo un sketch de Camera Café sobre este tema que me he encontrado en el blog de El Señor Mirindo.

lunes, 12 de mayo de 2008

(El interminable artículo sobre) Títulos de series

Supongo que muchos pensarán que el título que le damos a una serie no tendría por qué ser distinto del que le daríamos a una película o una novela que contase la misma historia. Yo creo que no.

Las películas tienen un principio. Y ese principio viene “en pack” con un final. Cuando creamos una serie (que conste que yo nunca he creado ninguna) conocemos cómo empezará, tenemos claro el primer capítulo, seguramente cómo acabará la primera temporada y los alumnos más aventajados tendrán en mente alguna trama para desarrollar si la serie renueva. No lo sabemos todo, ni lo que se nos puede ocurrir ni lo que pueden hacer que se nos ocurra, teniendo en cuenta que tanto la audiencia como las altas esferas televisivas tendrán la palabra final. Por eso no debemos dejarnos atrapar por el título.

En resumen: el título que se da a una serie debe ser lo suficientemente “abierto” para que pase lo que pase a lo largo de las temporadas siga teniendo sentido. Lost y Friends, serían buenos ejemplos (ya sé que puede que los encuentren y que puede que se hagan enemigos, pero no seamos quisquillosos). Por supuesto, debemos intentar que al mismo tiempo, sea original, sugerente, y que nos transmita en la medida de lo posible, el espíritu de la serie: en este caso, Lost y Friends pierden puntos.

Pero claro, cada caso es cada caso, de hecho creo que estos dos títulos tan elementales y a la vez tan universales seguramente hayan contribuido a dar a estas dos series la categoría de icónicas, de máximos referentes de los géneros de aventuras y comedia en nuestras pantallas. ¿Qué opinais?

Dejando de lado estos dos ejemplos concretos, estoy en particular desacuerdo con los títulos que incluyen el nombre del protagonista(1). Vamos a analizar este punto tomando dos ejemplos de similares características (salvando las distancias que da la calidad, claro): Smallville y Buffy, cazavampiros.

En el primer caso, se ha optado por elegir el nombre del pueblo en el que transcurre la acción. Pues bien, aquí sabemos que Clark (el futuro Superman) es el protagonista indiscutible de la serie, sí, pero al no ser mencionado en el título, parece que en cierto modo, la coralidad cobra fuerza.

Puede que si, siguiendo con el ejemplo, Buffy, cazavampiros se titulara “Sunnydale”, la definiríamos (al menos en sus últimas temporadas) como “un grupo de jóvenes con poderes mantiene a raya las fuerzas del Mal, siempre ganan porque tienen a una rubia que es superpro y casi siempre es ella la que salva el día”; en lugar de “una rubia con superpoderes y sus amigos superpros mantienen a raya las fuerzas del Mal”. No me meto en cuál es la definición correcta, pero de verdad creo que nuestra concepción de la serie cambiaría.

Este tema necesita documentación por un tubo, pero os voy a comentar un par de mis títulos favoritos, y os pido que me dejéis los vuestros, para un futuro post más detallado:

-Damages (es el término judicial/jurídico o lo que sea, que equivale al español “daños y perjuicios”). La serie va de abogados y es un thriller. En una serie que se llame Damages puede pasar de todo, pero sabemos con qué tono y con qué ambientación (dos cosas que suelen perdurar en las series).

-No me atrevo a traducir My so-called life pero sería algo así como “mi sobrevalorada vida”, “eso a lo que llaman mi vida”... Angela Chase, la protagonista de la historia, nos narra en voz en off y con un tono un tanto apático, sus aventuras y desventuras en un instituto americano cualquiera, con todos sus tópicos y con todas sus animadoras. Pero ya entendemos que su punto de vista va a ser diferente al habitual en este tipo de series, va a tener un matiz amargo y desencantado.

En Canal+ la llamaron Así es mi vida y claro, se cargaron el título. Casi exactamente el mismo caso que Freaks and Geeks algo así como “Gamberros y Cerebritos” que mostraba la vida de estos dos grupos marginales de todo instituto y que al traducirse en España como Instituto McKinley pues como que perdió el chiste. Pero si nos metemos en el tema de las traducciones perdemos el día aquí(2).

Vamos ahora con un caso que me parece desacertado. Siento que sea español, pero es el primero que se me ha ocurrido, y creo que es un ejemplo perfecto: Siete vidas.

Este título hace referencia a David (Toni Cantó), que en el primer capítulo de la serie, regresaba de un coma de 18 años. La expresión “siete vidas” habla de ese segundo despertar del prota, y tiene un punto canalla que encajaba con el espíritu de la serie. Pero cuando la trama del despertar se olvidó (David se reinsertó en la vida cotidiana más rápido de lo que yo esperaba), el “punto canalla” no tenía tanta entidad como para soportar ese título… Y menos cuando en la segunda temporada, Toni Cantó se piró de la serie.

Yo, tonto de mí, creía que lo que iban a hacer para readaptar el título era, tras la marcha de David, mantener siempre en nómina a siete protagonistas, pero eso sólo pasó en algunas temporadas (en la tercera, por ejemplo).

Lo que no me explico –otra digresión! Empiezo a tener un estilo propio!- es cómo no cambiaron la canción de la cabecera (“Quién podría imaginar que volvería de este viaje…”). Comprendo que cambiar el título de una serie es algo complicado y hasta cierto punto peligroso, ya que los cambios que surgieran a partir de ese momento tendrían más importancia de la normal. Ya me imagino las conversaciones: “Siete Vidas me molaba, pero CasiKeNo me parece una mala copia del original” “-Pero si es la misma serie!” “No es lo mismo, no es lo mismo”. Pero las sintonías pueden cambiar sin que nadie se inmute.

Me he pasado con Siete Vidas, lo sé, pero no os preocupéis porque en otro artículo que estoy escribiendo recibe el “Premio Camiseta Roja a la Cabecera Casi Metalingüísticamente Perfecta”.

Ya para acabar, lo prometo, acabaré de verdad, sólo decir que detesto los títulos tipo Compañeros, Policías, Abogados, Periodistas… pero afortunadamente ya han caído en desuso. De otra manera, Sin tetas no hay paraíso se titularía, sin duda alguna, “Narcotraficantes”.

Iba explicaros el título de mi blog, pero lo dejo para otra ocasión, que no quiero que os durmáis.


Acepto/solicito/necesito links, bibliografía y todo lo que se os ocurra sobre este tema o cualquier otro relacionado con el lenguaje televisivo. Por favor, no os cortéis con vuestros posts (aunque mejor no os metáis con mi estilo redactando yo soy el primero que se avengüenza) y comentad lo que os dé la gana, como si os quereis salir del tema (bueno mis colegas que no me saluden en plan personal ni usen el blog para ahorrarse mandarme sms´s). Quiero que este blog sea un foro de debate en el que mis artículos más que artículos a comentar, sean el pistoletazo de salida a debates sobre series de todo tipo. Bienvenidos. (y perdonad de nuevo la extensión del artículo, no todos serán así de largos).


(1)imdb usa como “tag” para las búsquedas “character name in tittle” (nombre de personaje en el título).
(2)Iba a hablar sobre la manía de Antena3 de llamar a sus series "Cosas de…", pero me he encontrado otro artículo que ya lo hace, así que os linkeo a El listillo de la tele.