miércoles, 10 de diciembre de 2008

Top 3: Los mejores cortes de peluca catárticos

Empezamos con mi nueva serie fetiche, Battlestar Galactica: Las traumáticas experiencias que sufrió Starbuck en Nueva Caprica, le dejaron, como es lógico una importante huella. Al mismo tiempo, durante su estancia en ese planeta, su masculino corte de pelo se convirtió en una larga melena que, en mi opinión, le favorecía bastante. Pero para ella era imposible disociar una cosa de la otra, así que intentó librarse de sus traumas a golpe de cuchillo.

En la vida real, las extensiones de quita y pon que llevaba Katee Sackhoff, resultaban demasiado evidentes sobretodo cuando se la veía de espaldas (la segunda foto de abajo), aunque insisto en que realmente le sentaban bien.

Este caso es totalmente derivado de la trama, los guionistas decidieron “hacer crecer” el pelo de Starbuck, para más tarde cortarlo. Vamos con dos casos en los que fue la realidad la que intervino en la ficción:

La quinta temporada de Nikita fue algo que ni los guionistas se esperaban. Los fans, descontentos con el final supuestamente definitivo de la serie, que dejaba la relación de Michael y Nikita en un punto de difícil solución, hicieron todo lo posible por conseguir un final menos amargo. Efectivamente lo obtuvieron en forma de una mini-temporada de 8 episodios, que funcionaría de epílogo a la serie original. (1)

Volviendo al tema, Peta Wilson (Nikita) decidió cortar su melena tras el fin de la cuarta temporada, ya que como decíamos, no esperaba volver a encarnar al personaje. Lo cierto es que entre las temporadas cuatro y cinco, se daba un salto en el tiempo indeterminado, por lo que un corte de pelo de la protagonista no sería chocante, aún así, siguiendo con la estética noventera de la serie, se decidió mostrar a la propia Nikita cortándoselo, coincidiendo con el momento en el que por fin abandona la Sección 1 para pasar a trabajar en El Centro. Esta escena funcionaría como nexo explicativo antes de avanzar en el tiempo.

Por supuesto, tuvieron que recurrir a una inevitable peluca, que, aunque al principio del episodio quedaba bien disimulada por un sombrero, no pasó la prueba en la tópica escena ante el espejo, en la que por cierto, Nikita hace gala de una maña insólita, casi exagerada.En cualquier caso, creo que el nuevo look encaja a la perfección con las tramas de la quinta temporada en las que su rango dentro de la organización es mucho mayor.

Por supuesto, Buffy no podia faltar. El viaje de ida y vuelta a la tumba, la convirtió en una persona absolutamente desorientada e infeliz. Una de las consecuencias directas fue su irremediable atracción por “el lado salvaje de la vida” o lo que es lo mismo: Spike. Por supuesto ella se empeñaba en negar (incluso a sí misma) su obsesión por el vampiro, por lo que cuando este la llamó “ricitos de oro”, no dudó en seguir la larga tradición de cortes de pelo catárticos.

De nuevo en la vida real, Sarah Michelle Gellar, comentó a los guionistas su intención de cortarse el pelo, por lo que decidieron convertirlo en una escena clave del episodio. Lo que no acabo de entender es por qué no se cortó su propio pelo “en directo”, en lugar de hacerlo con esa peluca tan poco creíble. Supongo que, simplemente, la actriz no querría arriesgarse a cortar sus “ricitos” más de la cuenta.

En cualquier caso, la afición de los guionistas de esta serie por la iconoclastia y la autoparodia, les lleva a colocar a Buffy, justo después, en un salón de belleza intentando remediar el destrozo que se había hecho. Y es que no todas tienen la destreza de Nikita.

Pido disculpas por no contar a Felicity, seguramente el corte de pelo televisivo más impactante, pero mi conocimiento de la serie va poco más allá de esa referencia que hizo una vez Finch en Dame un respiro: “Voy a volver a la universidad, y pienso hacer todo lo que hizo Felicity… excepto cortarme el pelo”.

(1)Los fans de Nikita emplearon acciones como enviar gafas de sol (uno de los iconos del programa) a la cadena, y consiguieron esta temporada extra que no daba un final feliz tal y como ellos querían, pero sí uno más abierto a un posible futuro de felicidad y un montón de respuestas a preguntas formuladas a lo largo de los cuatro años de serie. Algunas de la magnitud de “VATOS, uno de nuestros programas más avanzados predijo una época de caos… en la que la Sección se derrumbaba frente a un enemigo poderoso. Y también predijo la llegada de una especie de mesías, alguien extraordinario que le pondría fin: Tú, Nikita.” La eterna pregunta de la protagonista “¿Por qué me trajeron a la Sección 1?” se respondía con una profecía… Los puntos serie B de Nikita son innegables.
Otras series que salvaron los fans (o que lo intentaron) en este artículo de Crítico en serie.

Capturas: Battlestar Galactica 3x06 “Torn”, La Femme Nikita 5x01 “Déjà vu all over again”, Buffy the Vampire Slayer 6x11 “Gone”.

domingo, 31 de agosto de 2008

Cabeceras ...3

En los anteriores artículos dedicados a cabeceras (este y este) nos planteábamos cuál es el verdadero objetivo de las mismas: ¿presentar a los personajes? ¿A los actores? ¿Servir como una especie de merchandising icónico? Al margen de todas estas posibilidades, una de sus funciones innegables es establecer una especie de contrato tácito entre los espectadores y los propios personajes. Veamos: Si el personaje “A” decía que debía irse a un país remoto y se despedía del resto de los protagonistas en el capítulo 15, esperábamos al 16 para comprobar si salía en la cabecera, y sólo en el caso de que no fuera así, sabríamos que los guionistas no nos habían engañado, y que si aparecía con normalidad, seguramente acabaría por volver al cabo de un par de episodios.

Ahora, con la nueva moda de las no-cabeceras, hay quien opina que al no existir esta “confirmación oficial” se gana en intriga en este aspecto. En general estoy de acuerdo con esta afirmación, aunque el problema de series como por ejemplo Lost es que aunque no dispongan de cabecera, siguen acreditando religiosamente a sus protagonistas justo después de la misma, y eso conllevaba que en la cuarta temporada, por ejemplo, mientras todos los losties preguntaban insistentemente a Ben “quién es tu espía en el carguero?”, ese misterioso espía llevaba varias semanas con su nombre en pantalla al comienzo del capítulo. Es obvio que la mayoría de los espectadores no conocen los nombres de todos los actores, pero muchos otros sí, y la sorpresa fue inexistente para ellos.

Volviendo a las cabeceras de toda la vida, hay casos curiosos como el del personaje de Tara (Amber Benson) en Buffy, Cazavampiros, al que le costó tres temporadas un puesto en la cabecera a pesar de poseer un peso en la trama tan importante como el de muchos de sus compañeros, llegando a tener capítulos dedicados a su personaje. Nunca hubo explicación oficial para esto, aunque había quien apuntaba a su homosexualidad como posible causa.

Pero su ausencia en la intro la convertía, inexplicablemente, en un personaje mucho más interesante: ¿Por qué no salía en la cabecera? ¿Estaba su personaje condenado a morir en cualquier momento? ¿La descubriríamos como el big bad la próxima semana?

El caso es que finalmente abandonó la serie durante varios capítulos. Por supuesto nadie tenía derecho a indignarse. “Si no aparece en los créditos iniciales, no hay contrato, nadie nos había prometido a Tara” por así decirlo… Pero un buen día volvió (6x19 Seeing red) y todos tan contentos, y más al descubrir que, al capítulo siguiente, su rostro conseguía un hueco en la cabecera. Tara era un personaje más, uno con el que podíamos contar.

A menos, por supuesto, que en ese mismo episodio, recibiera una bala perdida y muriera. De hecho, esto fue lo que ocurrió.


Joss Whedon nos había engañado. Sabía que había gente como nosotros, comprobando la cabecera capítulo a capítulo y por ello decidió plantearnos una pregunta: “¿Creéis que por el simple hecho de que escribamos el nombre de su intérprete en la intro, Tara llevará un chaleco antibalas?”

Lo de Tara al menos sirvió para un experimento paratextual, si bien es cierto que muchos no lo vieron con buenos ojos y lo interpretaron como una burla por parte de Whedon (acusado de mantener el cliché hollywoodiense de la “lesbiana muerta o malvada”)(*), pero casos como el de Kim Kelly (interpretada por Busy Phillips) en Freaks and Geeks me parecen prácticamente denunciables.

En esta serie (a la que dedicábamos Cabeceras …2) hicieron la cabecera para el capítulo piloto y en él, Kim (la rubia de la foto de arriba) aparecía como una secundaria abusona del instituto. El segundo capítulo, introdujo algunos cambios con respecto al piloto, como por ejemplo, un protagonismo mucho mayor para este personaje, equiparándolo al resto de los freaks y de los geeks del reparto. Pero en lugar de rehacer la cabecera que se había preparado para el capítulo 1, o simplemente introducir un par de planos del personaje, los productores se limitaron a acreditarla, tras la intro, como “also starring” (“también protagonizado por”), algo que no parecía muy lógico cuando la actriz incluso compartía imágenes promocionales con sus compañeros. Pero el problema es que dejaban al espectador con la sensación, puede que subliminal, de que Kim era poco menos que prescindible. Por suerte, capítulos como Kim Kelly is my friend (1x04) nos recordaban todo lo contrario.


(*)Os linkeo a una traducción del más que interesante artículo "The death of Tara, the fall of Willow an the dead/evil lesbian cliché"

Y aquí os dejo la cabecera en la que por fin sale Tara, eso sí, sus planos son estupendamente cutres, especialmente el último de ellos, el que comparte con Xander y Buffy, que además de larguísimo está fatalmente compuesto. Estoy seguro de que ese plano, en condiciones normales, jamás sería incluido en una cabecera.

sábado, 16 de agosto de 2008

Estructuras

SPOILERS DE LOST HASTA EL CAPÍTULO 4X05
Si hay algo que me interesa de Perdidos, más allá de su guión, su factura o sus personajes, es la capacidad de sus guionistas para construir un relato de tales proporciones prácticamente sobre la marcha. Como decía en su blog Nacho Vigalondo está claro que no son “suicidas al volante” y por supuesto creo que preparan una posible respuesta por cada nueva incógnita que se plantea en la historia. Aún así, ellos mismos reconocen que, como es lógico, no se habían preparado 6 temporadas de serie antes de emitir el piloto, lo cual no sería ni sano ni razonable. Tanto es así, que hace poco decían, no sé si con cierta guasa, que la idea inicial que tenían de “los Otros” era un grupo de hippies que vivía en la selva.

Pero lo que de verdad me interesa, lo que creo que es sorprendente, es, ya no cómo improvisan historias a partir de lo sucedido en capítulos anteriores, al fin y al cabo eso es lo que hacen los guionistas televisivos, sino a cómo es la propia estructura de la serie la que a veces da lugar a las tramas, a la configuración de las personalidades de los protagonistas, o incluso ofrece respuestas al misterio de la isla, de hecho a un misterio que ni los propios guionistas se habían planteado aún.

Este juego entre el continente y el contenido se dio en la serie desde su misma gestación, como explica Oliver Pérez Latorre en su fabuloso ensayo “El bucle del arrepentimiento: Sobre la construcción del universo de ficción en Perdidos”(*) : JJ Abrams creyó que la serie que le encargaban, basada en un grupo de supervivientes de un accidente de avión en una isla desierta, podía no ser demasiado atractiva, por lo que decidió introducir una serie de elementos como el feroz rugido que surge del interior de la selva o la escotilla que encuentra el personaje de Locke. Pero sobretodo, introdujo los flashbacks de cada uno de los protagonistas: en cada capítulo, uno de ellos recordaría algún momento de su pasado, y nosotros, los espectadores, compartiríamos esos recuerdos con él. Pero sólo nosotros. Ninguno de los demás personajes, al menos en principio, debería conocer los secretos que escondía el pasado de sus compañeros. Seguramente, si la estructura no incluyese estos viajes en el tiempo, la mayoría de los recuerdos serían confesables y de hecho, se compartirían sin mayor problema. Pero si así fuese los flashbacks serían completamente redundantes, ya que el contraste con las actuales vivencias de los naúfragos sería inexistente

Pues bien, tenemos la primera muestra de cómo la estructura de los flashbacks, definió personajes con pasados oscuros. Si bien es cierto que no todos ellos eran estafadores o fugitivos, no lo es menos que todos ellos, en mayor o menor medida, tienen algo de lo que arrepentirse, y es que la isla no deja de ser, puede que metafóricamente o puede que no, el mismo purgatorio.

Todo esto, puede que por el hecho de haber sido concebido antes del rodaje de la primera secuencia, pierda la esencia de la “improvisación” de la que hablábamos al principio. Pongamos ahora pues un ejemplo, situándonos ya en el contexto de las últimas dos temporadas.

Llega el momento en la serie de comenzar a dar respuestas a algunas de las grandes incógnitas, de los grandes misterios que escondía la isla. Por supuesto, muchas de estas grandes respuestas traían en realidad toda una serie de nuevas preguntas. Uno de estos casos son los famosos viajes en el tiempo que pueden realizar algunos de los personajes (como Desmond).

No sé si os habréis fijado que cuando hace unos párrafos hablábamos de los flashbacks, nos referíamos a ellos, precisamente, como “viajes en el tiempo”. De nuevo la clave está en la estructura.

Pero esta vez lo curioso es que de forma absolutamente brillante, los guionistas decidieron, o, de nuevo “improvisaron”, varias temporadas después del comienzo, que uno de los elementos de mayor peso en la serie, fuese precisamente aquel con el que llevábamos tiempo conviviendo de forma inconsciente, si bien no dentro de la historia, sí en “su envoltorio”. Ni ellos mismos esperaban llegar a ese punto, pero la estructura de los capítulos lo sabía, en cierto modo, desde el minuto uno y no dejaba de darnos pistas.

En el próximo artículo volvemos con las cabeceras, pero en el siguiente comentaré una idea de un colega, Xabi, en torno a este tema de la estructura interviniendo en la historia de Lost, que me pareció realmente interesante, por no decir absolutamente plagiable.

(*)Ni que decir tiene que esta sólo es una de las ideas del ensayo, que os recomiendo encarecidamente. Lo podéis encontrar en el libro “La caja lista: Televisión norteamericana de culto” que edita Concepción Cascajosa Virino y que recopila trabajos sobre series como Ally McBeal, Smallville, Doctor en Alaska, Friends... y así hasta 18. Editorial Laertes.

miércoles, 16 de julio de 2008

Cabeceras ...2

Si habéis leído el anterior artículo sobre cabeceras, recordaréis que encontraba un poco incongruentes aquellas que se basaban en una sucesión de imágenes de los protagonista mientras leíamos el nombre del actor que lo interpretaba. Y que 7 vidas había encontrado la forma de corregir este error, al mismo tiempo que creaba una cabecera realmente original. Pues bien, hoy nos centraremos en otra tipología, que también carece de lógica tanto dentro como fuera de la historia, y en concreto hablaremos de otra serie, esta vez una americana, que consiguió eliminar sus incoherencias en gran parte.

Veamos, las cabeceras a las que me refiero son las que vamos a llamar “de escena #0”. Son aquellas, como esta de Sensación de vivir, en las que los protagonistas, en sus papeles, muestran sus personalidades así como su relación con los demás personajes de la historia, en un entorno neutro, inexistente, como un estudio de fotografía o algo similar.

Este tipo de cabeceras son efectivas en el sentido de que puede ser fácil dar datos sobre los personajes y sus amigos/enemigos sin tener que recurrir a trozos de serie, que pueden ser a veces “redundantes” desde el punto de vista estético, quiero decir: creo que es una buena decisión diferenciar visualmente la cabecera del resto de las escenas. Además, por supuesto, estas intros gozan de un mayor grado de iconicidad, en el sentido de que funcionan como un verdadero catálogo de los protagonistas, mostrando con elementos reducidos al mínimo, información imprescindible para la historia, casi como si fuesen una presentación de postalillas oficiales de la serie.

Un ejemplo sencillo de lo que quiero decir es un momento de la cabecera de Nada es para siempre en la que “la mala” salía con todos sus compañeros de reparto en un sofá, ella, como los demás, sonreía y parecía pasárselo bien, pero se sentaba en un reposabrazos dando ligeramente la espalda a sus compañeros, ella salía guapa y perfecta, al mismo tiempo que se nos mostraba de forma muy sencilla y clara su relación con los demás. Estamos viendo una imagen “oficial”, “icónica”, que podría ser sin mayor problema un poster central de la SuperPOP, y que al mismo tiempo incluye a todos los protagonistas, algo que, muy rara vez conseguiremos en algún momento de la historia, en algún plano de un episodio.

El problema para mí, es que está claro que esta escena nunca ha existido dentro de la historia, quiero decir que enemigas mortales como Kelly o Brenda (siguiendo con el ejemplo de Sensación de vivir) nunca accederían a realizar una sesión fotográfica la una con la otra (aunque supongo que esto dependería de la insistencia de Dylan). En cualquier caso, si existiera la posibilidad de que ese momento realmente haya tenido lugar (algo realmente impensable) nunca veremos en la historia menciones a este momento, por lo que esta “escena #0” nunca ha existido, al menos no oficialmente.

No lo puedo asegurar, pero casos como el de Friends, parecen demostrar que este tipo de cabeceras nacen de la necesidad de crear una introducción musical para el capítulo de piloto, cuando todavía no hay suficientes imágenes como para llevar a cabo un montaje-refrito (el piloto, que no “el primer capítulo”, se emite o visiona cuando aún no se han grabado más episodios, a modo de prueba). Os dejo aquí las cabeceras de esta serie en su episodio piloto y la de la primera temporada, a partir del capítulo 2.

Llegamos ahora al caso del que os hablaba al principio, la serie que se quedó con las virtudes de la “escena 0” pero consiguiendo solucionar algunos de sus principales problemas de coherencia con la historia. Antes de nada, mirad la cabecera a la que me refiero: la de la única temporada de Freaks and Geeks.

Como veis, esta cabecera mantiene la iconicidad propia de su tipología, y es que no deja de ser una de “escena 0”, pero consigue crear, o mejor dicho, encontrar, una situación en la que de forma natural y coherente, los protagonistas desfilan uno a uno por delante de la cámara en un entorno neutro (una sesión fotográfica para el anuario del instituto). Al mismo tiempo, cada uno de sus planos nos rebelan sus personalidades, viendo cómo se comporta cada uno ante el objetivo.

La cuestión es que aquí se ha encontrado una “escena 0” que sí encaja a la perfección con la historia de la serie, hasta el punto de que no sería imposible que cualquiera de los personajes dijese en algún capítulo “odio mi foto del anuario”: sería un guiño a la intro, que no haría perder a la historia un solo ápice de coherencia, es más, puede que lo ganase.

Si Brenda o Dylan recordasen su cabecera sería algo así como “recuerdas cuando fuimos abducidos aquella tarde y unos señores verdes nos hicieron posar sonrientes en su nave?”. No es lo mismo.

miércoles, 18 de junio de 2008

Cabeceras ...1

Aunque la nueva generación de series se haya olvidado de ello, hasta hace no mucho, el noventa por ciento de las cabeceras o intros eran, básicamente, montajes de momentos más o menos representativos del tono y situaciones habituales del programa, acompañados de un tema musical pegadizo (como decía thevoicewithin, ganaba puntos si encima se podía cantar) y sobre el cual veíamos los nombres de los actores que interpretaban a los personajes principales, que casi siempre iban desfilando uno a uno, con un minimontaje con un par de planos de cada uno de ellos: Si esto es la cabecera de Friends, pues cuando salía Rachel, ponía "Jennifer Aniston" y cuando salía Joey, pues "Matt LeBlanc".

Yo, fan absoluto del mundo de las cabeceras, vivía tan feliz tarareando las canciones y aprendiéndome de memoria los nombres de los actores, hasta que un día, precisamente viendo una cabecera de Friends, aquella de la cuarta temporada en la que Monica salía bailando con su mandilón de cocinera manchado de salsa marinera mientras el nombre “Courteney Cox” aparecía sobre las imágenes… vi la luz: las cabeceras no tenían sentido.

Y no lo tenían por una razón muy sencilla: la que bailaba cubierta de salsa naranja (y la que en el siguiente plano giraba sobre sí misma montada en una máquina de encerar el suelo) no era Courteney Cox: era “Monica Geller”.

Lo que siempre se nos había presentado como una de las funciones más importantes de las cabeceras, carecía de sentido al mostrarnos esta contradicción, es más, nos hacía dudar sobre la verdadera función, el verdadero objetivo, es decir: si lo que realmente se busca es hacer un inventario de personajes, mostrándoslos en diferentes situaciones que los representan, ¿qué sentido tiene que se nos presente con el nombre del actor que lo interpreta? Y si lo que se pretende es funcionar como un catálogo de los actores que participan en la serie, a modo de reclamo… ¿qué sentido tiene que los veamos como sus personajes?

Para que quede un poco más claro lo que quiero decir vamos a dejar de lado Friends y vamos con otro ejemplo que facilite la explicación: provemos con Power Rangers (os prometo que este ejemplo exagerado lleva a algún lugar).

En la cabecera de las primeras temporadas de Power Rangers se nos mostraban, uno a uno a los cinco/seis protagonistas con una pantalla partida: en la mitad izquierda los actores (entiendo que interpretando a sus respectivos personajes) se giraban para mirar a cámara sonrientes y en la mitad derecha, aparecían en su faceta de red-ranger, blue-ranger o el color que fuera, pegando patadas y dando piruetas, y en la parte de abajo podíamos leer el nombre del actor que interpretaba al personaje en cuestión: vale, en este caso, si lo único que hicieran fuera girarse, pues a lo mejor se están girando siendo ellos mismos, es decir siendo los propios actores fuera de papel (evidentemente no, a menos que también en la vida real se vistan como sus personajes), pero si miramos al lado derecho de la pantalla, nos encontramos con su versión Power Ranger que no solo no representa las capacidades del actor sino que ni siquiera se trataba del propio actor (vamos, digo yo) sino de un doble de acción metido en un traje de licra.

Esto parece demostrar que lo que se intenta con las cabeceras es mostrarnos lo que puede hacer cada uno de los personajes o simplemente, cómo es cada personaje (al menos ese se nos presenta como objetivo principal) y menos quién interpreta a cada uno de ellos (aunque seguramente ese sea el objetivo “real”).

Podría acabar aquí, con mis añorados Rangers, sí, pero no, porque ahora viene la chicha: en realidad en esta cabecera no sólo podíamos leer el nombre del actor, sino también el nombre del personaje que lo interpretaba, por ejemplo, la pink-ranger, venía etiquetada como “Amy Jo Johnson as Kimberly” (Amy Jo Johnson como Kimberly). En esta serie no había mentira, “ahora estás viendo a esta actriz, pero no la estás viendo siendo ella misma, sino interpretando un papel”. Esto valía al menos para la parte izquierda de la pantalla…

En el caso de los Power Rangers, todos aparecían como “actor as personaje”, pero lo habitual en la mayoría de las series que utilizan esta fórmula, es que sólo se emplee en los actores de renombre que se codean con un reparto que no tiene su prestigio. Por ejemplo, en Buffy Cazavampiros, al final de la cabecera (como suele ser habitual en estos casos), podíamos leer “and Anthony Steward Head as Giles”(1). La verdad es que desconozco por qué se empezó a usar este sistema para reconocer el caché de estos actores, pero desde mi punto de vista y, enlazando con las ideas expresadas en lo que llevamos de artículo, diría que viene a decir algo así como “no me encasilléis en este papel: no soy el simple bibliotecario inglés de oscuro pasado, soy un gran actor reconocido que ahora mismo estoy interpretando esto, pero lo mismo me calzo unas mallas y salgo en la parte derecha de la cabecera de los Power Rangers, tal es mi talento”. Es decir: de Sarah Michelle Gellar, la actriz que interpreta a Buffy, sólo se nos muestra su nombre real, porque poco nos importa que su personalidad se confunda con la del personaje, de hecho incluso puede que nos resulte útil (aunque yo siga sin verle sentido), pero si lo que queremos es vender el prestigio de un actor, pues subrayamos el hecho de que es precisamente eso, un actor.

Vale, pues todo esto, no era más que una mera introducción para hacer entrega del Premio Camiseta Roja© a la Mejor Cabecera de Todos los Tiempos: y el premio es para… ¡¡Siete Vidas por Cabecera de la Segunda Temporada!! (este no es el link exacto, pero tambien vale)
En el primer artículo de este blog, ya adelantábamos este premio, así que ahora sólo falta explicar los motivos:

Y la verdad es que teniendo en cuenta que la explicación se resume en “cuando pone Blanca Portillo pues la que sale es Blanca Portillo”, igual la introducción me ha quedado un poco larga…

Vamos a ver: esta cabecera no está hecha de trozos de capítulos, en ella, los actores ni siquiera interpretan a sus personajes, simplemente nos son mostrados en los descansos de la grabación de un episodio de la serie, de forma que si vemos a cómo una maquilladora le da los últimos retoques a Paz Vega, sabemos que en ese momento no está interpretando a Laura, sino que está siendo ella misma y ¿qué dicen las letras de la pantalla? “Paz Vega”, sin trampa ni cartón.

De hecho hay algo muy curioso, y es que en una de las modificaciones de la cabecera, cuando se incorporó al casting la actriz Anabel Alonso, se incluyó en el montaje un plano en el que se la veía interpretando a su personaje, pero el tratamiento de la imagen que se le dio a la introducción y el encuadre del plano nos colocaba fuera de la historia, como si fuesemos un técnico que se pasea por el plató, viendo a “Anabel Alonso en su faceta de actriz, en este caso, interpretando a Diana” y no nos hacía pensar “se les ha colado un plano de un capítulo”.

Por supuesto, este sistema sólo funcionaría con una serie como esta sit-com, en la que la barrera realidad/ficción se desdibuja con mucha frecuencia, y la credibilidad de la historia no se va a ver perjudicada por este experimento. Supongo que si viésemos a Gillian Anderson en un descanso de la grabación de Expediente X, no volveríamos a ver a Scully con los mismos ojos.

Pero en realidad, los diseñadores de la cabecera no eran tan conscientes de este concepto: y es que cuando volvieron a colocar a Amparo Baró al final de la cabecera (esa temporada había estado al principio), decidieron acompañar su nombre con unas palabras que la diferenciaran, en estatus, de sus compañeros de reparto, para mostrar el respeto que le guardaban a esta actriz, la más veterana de todos ellos. Podían haber optado por una fórmula ya usada en otras series españolas como "Con la colaboración especial de" (Beatriz Carvajal en Compañeros), pero se decidieron por la traducción literal de "and... as...": “y Amparo Baró como Sole”. En las imágenes seguía saliendo la actriz mirando a cámara en un descanso del rodaje, así que el concepto que yo consideraba tan original y perfeccionista, se había diluído.

Seguramente, como me indicaron después, la cabecera estaba creada con el objetivo de hacer saber a los espectadores que Siete Vidas se rodaba con público y poco tenía que ver con lo que yo pensaba, aún así, puede que sin querer, consiguieron una de las mejores cabeceras de todos los tiempos.

Ahora mismo mi cabecera favorita, si bien no estéticamente, sí "conceptualmente" es la de Freaks and Geeks,"Cabeceras ...2", estará dedicado a ella.


(1)A partir de la 6ª temporada, cuando Giles dejó de ser un personaje fijo se optó por “ascender” a Alyson Hannigan a actriz de “and-as”, decisión que no me gustó en absoluto, pero que comprendo tenía todo el sentido del mundo, si alguien muestra su interés en la zona de posts (no lo hagáis por cumplir, eso va por ti, ya lo sabes ;), pues lo explico.

Un link (en inglés), sobre las cabeceras de Buffy, cazavampiros, un poco enrevesado para mi gusto pero con un par de cosas interesantes.

Y ya por último un link a mí mismo en mis años mozos dándole vueltas al tema de los Power Rangers, que sé que a gente como Chica antes conocida como Normalove, le enternecen esas cosas.

sábado, 7 de junio de 2008

Dexter y los Non-Cliffhangers






SPOILERS DE LA PRIMERA TEMPORADA DE DEXTER.
Sigo con el repaso al final de la primera temporada de Dexter. Y lo hago comentando la última escena de la misma, en la que Dexter, tras el final cerrado de la principal trama y de –en mayor o menor medida- de casi todas las secundarias, hace un repaso de lo acontecido, cómo no, usando la voz en off a la que nos tiene acostumbrados desde el minuto uno.

Esta escena me moló especialmente por la introducción de un par de pildoritas que he bautizado como “non-cliffhangers”, que aunque no han estado del todo bien empleadas, puede que porque –como muchos me han indicado- seguramente no fueron ideadas con la idea que tengo yo en mente, sí que me han servido para darle vueltas al concepto de final de temporada.

Ahora volvemos con Dex, pero antes veamos dos tipologías de “season finales”:

Por un lado tenemos el típico recurso del cliffhanger (o final tipo “continuará”) en el que se nos deja con la intriga hasta la siguiente temporada, dándonos a entender que cuando volvamos descubriremos un gran misterio (la primera temporada de Perdidos y la cámara descendiendo por la famosa escotilla) o se nos muestra una gran sorpresa o acontecimiento cuyas consecuencias veremos en la siguiente temporada (cuarta temporada de Friends y Ross equivocándose de nombre en el altar).

Y luego tenemos los que personalmente más me gustan, aquellos en los que la serie podría acabar tranquilamente en ese punto, con –casi- todas las tramas cerradas de forma más o menos coherente (cualquiera de Buffy, cazavampiros, a excepción de la 6 y no sé si incluir la 4, estoy abierto a debate).

Y cómo no, tenemos los casos híbridos, como pueden ser las dos primeras temporadas de Veronica Mars en las que todas las tramas se dan por cerradas en la penúltima escena, y en la última se sacan de la manga algo para mantener la intriga en el parón entre temporadas (en el caso de la uno lo vi bien resuelto, planteando una pregunta lógica para el espectador, en la segunda un pelín tramposillo, también estoy abierto a debate en este punto).

Como os decía los que yo prefiero son los segundos, los de final resuelto, y si quiero “me bajo en esta parada”, pero también reconozco que estos tienen el problema de que el espectador no tiene ni idea de hacia dónde se dirigirá la serie después, y exige una mayor fidelidad por su parte a la hora de decidir volver para ver cómo continúa la historia.

Y entonces llegó Dexter (o “se fue” en este caso) y lo hizo con una escena en la que, mediante la voz en off de la que hablábamos al principio el protagonista daba por concluida la trama principal, haciendo balance de lo que había ocurrido, mientras reflexionaba sobre qué pasaría si alguien descubriera lo que hace “por las noches”, uno de los temores recurrentes de Dexter a lo largo de la temporada (sobre todo en mi episodio favorito: 1x06 Return to sender) mientras lo intercala con dos escenas que supongo –os recuerdo que me molaría no ser spoileado con la segunda temporada- serán claves en los próximos capítulos: su compañero Doakes vigilándole desde su coche (ya le había amenazado con seguir todos sus pasos) y su novieta Rita encontrando la posible prueba de un crimen de Dexter (el zapato de la imagen).

Pues bien, por qué es tal mi emoción ante este final?, pues porque funciona estupendamente como tanto como cliffhanger como como final cerrado: si eres un seguidor habitual de series, sabes que habrá una segunda temporada que girará, con bastante probabilidad en torno a estos dos ejes, pero al mismo tiempo, este final puede ser interpretado como la eterna condena de Dexter a vivir bajo sospecha tanto de la gente que le odia, como de la que le quiere, que seguramente, será lo peor, por lo menos narrativamente. Eso es algo que ya sabemos desde que comienza la serie, ahora simplemente se nos recuerda, mientras que la trama principal, la que se habían “comprometido” a resolver ya estaba resuelta y nadie les puede reclamar nada. Estas “pildoritas” son cliffhangers sí, pero no del todo, son por lo tanto, “non-cliffhangers” y si yo quiero, pues “me bajo”.

Muchos me comentan que los creadores no eran conscientes de todo esto y yo a veces pienso que tampoco, ya que si revisáis el capi veréis que no está completamente explotado o más bien, no del todo pulido, pero yo creo que si no hubieran reflexionado sobre esto que os planteo, el orden de ideas sería el más típíco: Dexter hace su monólogo sobre que nunca será descubierto – Rita encuentra el zapato – Fundido a negro.

Pero a lo mejor todo era una escusa para que lo último que veamos sea el rostro del prota mientras escuchamos las palabras “in their darkest dreams” (la novela en la que se basa la serie se titula Darkling Dreaming Dexter), y todo este artículo sea una patraña.

Por supuesto, este artículo/patraña está dedicado a Galizan-DarklingDreamingDexter-Dreamer y a V-SeasonFinale-Sancha. Aprovecho para agradecer a pequeñoIbán! La recomendación en su blog… intentaré estar a la altura… el artículo de hoy no cuenta… ni el siguiente. ;)
y casi se me olvida mi querido Emma, el pesao que me convenció de que viera Dexter. te deseo desde aquí lo mejor. :)

domingo, 1 de junio de 2008

Dexter y los Bigger Bads


SPOILERS DE LA PRIMERA TEMPORADA DE DEXTER.

Acabo de terminar –a buenas horas dirán algunos- la primera temporada de Dexter. Hoy hablaré sobre un tema concreto de esta temporada y en el próximo artículo me centraré en la última escena y sus estupendo non-cliffhangers.

Resumen de lo imprescindible para entender el texto: Basicamente, Dexter es un policía forense que necesita matar, es una adicción para él, le va en la sangre. Y para saciar su sed lo que hace es cargarse a criminales para que paguen lo que han hecho, y lo hace siguiendo un método que prácticamente considera un arte. La cuestión es que aparece “el asesino del camión frigorífico”, cuya metodología consigue que Dexter sienta una gran identificación con el mismo y, llegado un momento incluso llega a expresar en voz en off su deseo de conocerlo cara a cara. De conocer a otro asesino tan sanguinario y perfeccionista como él. Bueno pues finalmente descubrimos que el tipo este era el hermano que Dexter no sabía ni que tenía, y que intenta, mediante sus crímenes, hacer ver a Dexter que debe dar rienda suelta a sus instintos asesinos y no limitarse a cargarse a criminales. Para ello, secuestra a su hermana adoptiva y “se la prepara para matar” de forma que el protagonista, consiga dar el paso definitivo, y se libere de sus sentimientos más humanos o civilizados.

Vale, me parece una trama bastante atractiva: Dexter llevaba toda la temporada sintiéndose solo, sin poder compartir su secreto con nadie, y al mismo tiempo gran parte de la historia giraba en torno al concepto de “familia” por lo que aparezca un verdadero familiar suyo (recordemos que Dex es adoptado) y que encima funcione como espejo deformado de lo que el protagonista podría ser si se lo permitiese a sí mismo, me parece estupendo.

Pero tiene un problema desde mi punto de vista: no la considero una trama para una primera temporada, un hermano oculto asesino debería ser no un big bad (“malo final”), si no El Big Bad, es decir el problema final de la serie, de su última temporada, porque esta primera se sostendría bien con la novedad del concepto y un malo final más sencillito y, la opción del hermano se queda en la recámara, porque al fin y al cabo, a priori, nada estará a la altura de algo así, y los malos finales deben ser más y más grandes cada ve, más difíciles de vencer, física y emocionalmente, y no se me ocurre algo más difícil de vencer, y en este caso de matar, que un hermano que te comprende cuando nadie más lo hace. Acabar la serie así, significaría hablar del origen de Dexter y de su pasado, de su verdadero ser, y eso es lo que necesita el final de una serie.

Pongamos el caso de Veronica Mars, en la primera temporada optaron porque el hilo central de la historia fuese lo más cercano a la protagonista (en este caso, debe investigar la muerte de Lilly, su mejor amiga), mientras que las siguientes temporadas no tocaban tan de cerca a Veronica. Lo cual, una vez que no puedes deshacer la primera temporada, es lo más adecuado: ya que la muerte de Lilly sólo podría ser superada emocionalmente por una muerte como la de su padre, por ejemplo, y en ese caso, se vería el artificio, la necesidad de generar algo demasiado grande para superar lo anterior, y sería un “cantazo”. Si hubieran empezado por la muerte de los del autobús (la trama de la segunda) y en una temporada posterior hubiesen matado a Logan (interés amoroso de la prota)eso sí conseguiría el objetivo. Se empezó por el plato fuerte, y los demás no estuvieron a la altura.

Ay! pero ¿cuál sería el problema de que, volviendo a Dexter, nos hubieran rebelado al hermano del prota en la 4ª temporada? Pues que yo estaría haciendo un artículo sobre cómo se sacan a un hermano de la manga a esas alturas… es un equilibrio difícil.


(soy consciente de que con un blog así, corro un constante peligro de spoiler, pero en la medida de lo que podáis, intentad no destriparme la segunda temporada, y sobretodo recordad, que este artículo, aunque se centre en Dexter, sólo lo hace a modo de ejemplo para exponer el tema de lo que yo llamo bigger-bads (se me acaba de ocurrir, pero es buenísimo, qué no? voy a titular así el artículo), no quiero decir con este texto que no sean capaz de crear un peligro emocionalmente superior para Dexter, ojalá lo hagan y nos den a todos una buena clase de narración televisiva.

Por cierto la imagen no tiene que ver con el artículo, pero me encantó esa reacción de Dexter, cuando se da cuenta de que la caga golpeando al exmarido de Rita.

Y ahora a comentar, que me tenéis un pelín abandonado).

viernes, 30 de mayo de 2008

Lost 4 Season Finale

Análisis en caliente del último episodio de la cuarta temporada de Lost.







SPOILERS A TUTIPLÉN, POR SUPUESTO

Puta broma de mal gusto.

No es emocionante, no hay respuestas y la que hay es cutre. Mueven la isla con una jodida palanca, UNA JODIDA PALANCA. Lo de que no llamen a Locke por su nombre es inverosímil. Si cuando falta poquísimos minutos para que acabe la temporada aparece Claire que “aparezca” de verdad, porque que te esperes una revelación de la ostia y al final sea un puto sueño me toca los cojones, en un capítulo 01 me vale, pero en una season finale, es como para encarcelarlos. Y lo que más me molesta de todo: por qué Kate jamás lleva pantalones en los flashforwars? Faltan planos imprescindibles: cuando Sawyer y Kate se besan tengo que ver al menos cinco planos de Jack y su cara de vómito en cada una de sus fases, y cuando Jack dice “estamos vivos” tengo que ver a Sun recordando a su maridito.

Pero lo que más me ha mosqueado de verdad ha sido que hayan estropeado la mejor escena de la historia de Lost poniéndole un pegote en plan secuela cutre. Vamos a ver: llevamos un año recordando a Jack gritando “We have to go back!” mientras Kate se piraba y era desgarrador. Que de repente Kate “rebobine” con su coche, y tras un año escuche las palabras de Jack y se enfurruñe es que es de juzgado de guardia. Y también estupendamente cutre es que nadie de los que iba en el carguero intentase subir al helicoptero y se limitase a corretear por la cubierta jugango al pilla pilla... "es el helicoptero vip, no hay sitio para nosotros".

Ah! Y lo de la imagen (la que encabeza este artículo) también tiene delito… vale que Locke esté desorientado, pero que vea cómo el cansino de Ben está haciendo justo lo que no se debe hacer si quieren seguir con vida y se limite a señalar con cara de tonto... es que eso no lo haría ni Charles Chaplin.

Pero tengo entrada gratis para el Primavera Sound por lo que la vida es maravillosa.

lunes, 26 de mayo de 2008

Comentario de los comentarios

No os penséis que no he notado que esta semana no he actualizado, esas cosas las nota uno. Muy pronto vuelvo con otro artículo sobre finales de temporada: una cosita modesta que analiza y compara los finales de las primeras de Damages y Dexter (ya veré si soy capaz de hacerlo sin spoilers, pero en caso de que no haya tutía prometo aviso previo).

Bueno pues hoy como agradecimiento a los primeros posts de los primeros lectores, actualizo con mis comentarios-sobre-vuestros-comentarios, que la verdad es que no han dado puntada sin hilo, y merecen ser recopilados en su propio artículo. Pretendo mantener esta costumbre siempre que vea que un tema da para ello, porque además de servir para reavivar el debate y llegar a nuevas conclusiones, complementan de forma estupenda los artículos.

Eso sí, a partir de ahora cuando vuelva a comentar los comentarios, lo haré actualizando su artículo correspondiente con una de esas etiquetas tan chulas de “sigue leyendo”.

Allá vamos:

GALICIANDREAMER y MARÍA P. opinan que las series que se llaman igual que el nombre del prota funcionan muy bien cuando el carisma del mismo es “predominante y decisivo” en la historia, él cita ejemplos como House o Dexter y ella Anatomía de Grey y Veronica Mars (se os notan los cromosomas eh¿?)… bien, no es un mal argumento, pero le faltaba algo, que no era capaz de identificar, pero LEXINGTONE da en el clavo: “Puede que eso dependa de la envergadura de la serie. Cuando se crea un mundo propio, en el que se explica hasta cómo se reproducen los leucocitos, quizás un título con nombre de prota no sea lo más indicado. Mas sin embargo, si se trata de una historia pequeña en lo único que importa es ver cómo le pegan a un ciego con un palo acolchado, la cosa cambia.”

Bien. Lo que sí que he detectado es que no me habeis entendido muy bien cuando hablo de que títulos genéricos como “Lost” o “Friends” ayudan a potenciar la iconicidad de una serie. No se confunda calidad con iconicidad, en ningún momento en este artículo valoro la calidad de estas, sólo digo que sus títulos ayudan a crear la idea de Universalidad, de fácil identificación con la historia. Si se llamasen “815” o “Central Perk”, evidentemente, no perderían calidad pero puede que sí nos resultara más difícil entenderlas como paradigmas de las series de aventuras o de comedia, en estos casos.

Luego JUSTIN TIMBERLAKER explica el caso curioso de Firefly. “Firefly” es el modelo de la nave en la que viajan los protagonistas, pero al mismo tiempo es en cierto modo un personaje más, ya que en muchos capítulos se refieren a ella como… pues eso, “ella”.

Pero a mí lo realmente llamativo es que le pongan a la serie el nombre del modelo de la nave y el propio nombre de la nave, es decir: Serenity (título de la posterior peli basada en la serie). Esto sí que me escama.

De nuevo JUSTIN TIMBERLAKER y CUNDÍNS PEQUE comentan que The Sopranos evoca directamente la mafia… ummm no sé yo si no supiéramos de qué va la serie si pensaríamos en la mafia, al menos no más que con cualquier otro apellido italiano. Puede ser, no digo que no. A mí lo que sí que me parece es que ese título es bastante rompedor en el sentido de que siempre que nos encontramos con una serie centrada en una familia estos se llaman “The Bradys”, “The Winslows”, o por supuesto “The Simpsons”, pero cuando te encuentras con un apellido no americano tipo “The Sopranos” te rompe los esquemas y eso, claro, siempre es bueno. Es algo así como, esta serie va de una familia, pero que no es la típica familia… ay va! “La Familia” tampoco sería un mal título. ;)

MARQUS pone otro ejemplo que, de hecho estaba incluído en mi primera versión del artículo, y es “Cómo conocí a vuestra madre”: “How i met your mother está, afortunadamente, destinada a mostrarnos cómo Ted conoce a la madre de sus hijos y espero que no le ocurra lo que a Siete Vidas.” Pues bien, yo no soy gran seguidor de esta serie, así que no me quiero meter en camisas de once baras, pero yo creo que el problema aquí no es que el título la comprometa a nada, es precisamente la premisa, ese gran flashback que es la serie, la que lo hace… se supone que cuando la conozca se acabará?, si esto fuera así, harían que este momento fuera atrasado eternamente si la serie funcionase bien. Y en caso de que una vez que la conozca, la serie siga, entonces sí que el título se quedaría un poco fuera de lugar: porque si en el 4x22 descubrimos quién es la madre de los churumbeles, pues bueno, podemos aguantar otra temporada de “cómo conocí -a fondo- a vuestra madre” pero no más, aquí sí que el título sería un problema, y de nuevo también la premisa ya que los niños no aguantarían otra temporada más de “epílogo” de la historia.

Me he partido de risa con NORMALOVE (recientemente convertida en Sylviariel) y su “Embrujadas... pero coño, no son ELLAS las que embrujan????”

Y ya para acabar, comento uno de los títulos que deja VSANCHA: “Hill Street Blues”, que si es lo que yo creo, ya que nunca he visto esta serie, a pesar de que sé que es todo un referente y tal, pues es efectivamente muy bueno, veamos: “blues” puede ser una forma de referirse a los policías (debido al color de sus camisas), pero también puede leerse más literalmente como “música blues”, intentando que asociemos el tono y el ritmo de la serie con el de este tipo de música.

De hecho este ejemplo es muy similar al que pongo con Damages – Daños y perjuicios, que nos da la contexto y el tono en una sola expresión, a la vez que no “encorseta” el futuro de la serie”.

Ahora eso sí, el Minipunto Friki-Pop© de hoy se lo lleva LEXINGTONE por su “Parábola del hombre ciego y el palo acolchado”.

jueves, 15 de mayo de 2008

Cuando las series hablan de sí mismas










Aunque últimamente se ha puesto de moda y estoy un poco saturado, en general, me encanta cuando los guionistas de una serie ponen en boca de sus personajes referencias internas, guiños paratextuales (referidos al “envoltorio” de la historia) o, a veces, simplemente intentan justificar o reírse de sus propios errores o incongruencias.

En ocasiones el universo “extra-serie” y el propio de la historia se entrelazan haciendo que, por ejemplo, Sole en Siete Vidas confiese no aguantar a Amparo Baró. No sospecha ni por asomo que en una “realidad paralela” esa misma actriz interpreta a la propia Sole en una sit-com de Telecinco.

Otras veces, por el contrario, los protagonistas parecen darse cuenta de que viven en un mundo ficticio: recuerdo un capítulo de The O.C. en el que Summer reconocía lo afortunados que eran ella y sus amigos por tener un pub en el que tocaban grupos de primer nivel y encima a un volumen perfecto para poder al mismo tiempo hablar entre ellos.

Los chicos de Friends, en cambio, no parecen valorar que el sofá del Central Perk esté siempre disponible para ellos… al menos hasta que en la magnífica escena que inaugura la tercera temporada, se lo encuentran ocupado y claro, flipan.

Por otro lado, que Veronica Mars no deje de repetir que en su ciudad nada pasa por casualidad (“This is Nepturne… nothing happens accidentaly”), es una forma de decir al espectador que o acepta que allí se cometen tres crímenes al día, o esa no es su serie.

Tal vez uno de los casos más divertidos y llamativos de los últimos tiempos haya sido el de esa escena de Lost en la que el Doctor Artz, uno de los naúfragos a los que no habíamos conocido pese a compartir playa con los protagonistas, reivindica sus minutos en pantalla: “Perdona si no soy lo bastante guay como para formar parte de tu panda de aventureros (…) pensáis que sois los únicos de la isla que hacéis algo importante… Te diré una cosa, hay otros 40 supervivientes del accidente, y también somos personas”. (La foto pertenece precisamente a ese momento).

Pero Lost es un caso aparte, ya que la autoreferencia es constante en ella. ¿Los guionistas quieren que descartemos la teoría de que la extraña isla es el Purgatorio? Pues hacen que los protas se planteen esa posibilidad, para descartarla enseguida: “Obviamente no estamos muertos” “-Obviamente.” Pero mi favorita fue: “¿Qué estáis discutiendo, cuál es vuestro Otro favorito?” Los Otros eran el grupo de malvados habitantes de la isla que habíamos conocido esa temporada, y haciendo esta pregunta, el siempre punzante Sawyer parodiaba las encuestas en los foros de internet.

Para explicar el siguiente caso, debemos recordar un aspecto del artículo anterior: comentábamos que en las series, pueden pasar todo tipo de cosas a lo largo de las temporadas, toda suerte de cambios pueden llevarse a cabo: debido a que la propia historia evoluciona de forma natural, por la intervención de directivos por encima de los creadores, por las exigencias de los propios expectadores, o incluso por las necesidades o impedimentos de miembros del equipo artístico o técnico.

Todos recordamos el caso de Judy, la hermana pequeña de Cosas de casa (la serie de Steve Urkel) que tras cuatro temporadas actuando como secundaria, por motivos de producción, dejó de aparecer e incluso de ser mencionada, sin ningún tipo de explicación dentro de la trama(1).

Otra hermana, en este caso la de Cory en Yo y el mundo, vivió un caso similar, pero finalmente regresó tras un tiempo. Eso sí, volvió con el cuerpo de otra actriz y con bastante más protagonismo. Lo curioso es que no fuimos los únicos en sorprendernos de la reaparición de la niña. Incluso el propio Cory parecía no recordarla: “¡Morgan! ¡¿cuánto tiempo llevas sin salir de tu cuarto?!” (una línea de guión que, por cierto, encaja a la perfección en este artículo)

Pues bien, uno de los casos más interesantes que ha dado el metalenguaje televisivo de los últimos años (por supuesto desde mi punto de vista): tiene mucho que ver, de nuevo, con una hermana pequeña, en este caso Dawn, la hermana de la protagonista de Buffy Cazavampiros.

En el primer episodio de la quinta temporada vemos cómo se introduce (en lugar de desaparecer, como en los anteriores ejemplos), y sin que se nos explique a cuento de qué, este nuevo personaje. Los demás se relacionan como si siempre hubiese estado allí, llegando a hacer comentarios sobre sucesos de temporadas anteriores como si ella los hubiese presenciado.

Por supuesto, todo era un experimento de Joss Whedon (creador de la serie, y del que hablaremos a menudo por aquí) que con el tiempo, demostró tener una explicación lógica dentro del contexto de la serie para la aparición mística de la niña y la inserción de su recuerdo en las memorias de los demás personajes. Un experimento que suponía un verdadero homenaje o puede que una descarada parodia al lenguaje televisivo, dando una vuelta de tuerca y llevando al terreno más literal a esas “hermanas mágicas”.

Ya para acabar, hablamos precisamente del spin-off de Buffy: Angel.

En la última temporada antes de su cancelación, vemos cómo el propio Angel comienza a coquetear con las fuerzas del Mal llegando a sacrificar a Fred, una de una sus mejores amigas, con el objetivo de ascender en la escala de poder.

En realidad, Fred había muerto, sí, pero Angel no tuvo nada que ver con ello. Fingirse cómplice de su asesinato era parte de una farsa orquestada por el protagonista para hacer creer tanto a sus amigos como a sus enemigos que se había cambiado de bando. De esta forma, podría atacar desde el interior como una especie de caballo de Troya.

(Se acerca el momento clave) La cuestión es que, cuando Angel rebela a sus compañeros el truco, sus verdaderas intenciones, ellos rápidamente le interrogan en torno a Fred y a la verdadera causa de su muerte.

(Y así llegamos a donde queríamos): “Fred murió y yo no iba a dejar que fuese sólo otro horrible evento al azar en un horrible mundo azaroso. Así que decidí usarlo, hacer que su muerte importara.”

De nuevo, con este original giro, nos encontramos con esos casos en los que parece que una parte de los personajes no puede obviar que viven en un mundo de ficción construido para que vivan en él y en el que, además, cada uno de los acontecimientos suceden con un objetivo, trayendo más consecuencias derivadas que el aconteciemiento en sí. Por eso, cuando por primera vez, un personaje se encuentra dentro de ese mundo de mentira con un evento fruto de la mera casualidad, necesita darle una utilidad que lo dote de trascendencia y por lo tanto, de sentido.


Hasta aquí llega mi exposición, ahora en la zona de posts espero leer vuestros ejemplos de metalenguaje, para que, junto con todos los que se me han quedado en el tintero configuremos un artículo actualizado que recoja los mejores y más ingeniosos.

Ah! y si a alguien le suena lo que he contado de Angel que por favor lo comente. y es seguramente que está copiado de alguna otra obra literaria o cinematográfica, porque de no ser así, me sorprende que no le hayan dado “más bombo”.

(1)En IMDb, el personaje (interpretado por una actriz diferente de la original) aparece acreditado en los 2 últimos capítulos de la serie.

(*)Os dejo un sketch de Camera Café sobre este tema que me he encontrado en el blog de El Señor Mirindo.

lunes, 12 de mayo de 2008

(El interminable artículo sobre) Títulos de series

Supongo que muchos pensarán que el título que le damos a una serie no tendría por qué ser distinto del que le daríamos a una película o una novela que contase la misma historia. Yo creo que no.

Las películas tienen un principio. Y ese principio viene “en pack” con un final. Cuando creamos una serie (que conste que yo nunca he creado ninguna) conocemos cómo empezará, tenemos claro el primer capítulo, seguramente cómo acabará la primera temporada y los alumnos más aventajados tendrán en mente alguna trama para desarrollar si la serie renueva. No lo sabemos todo, ni lo que se nos puede ocurrir ni lo que pueden hacer que se nos ocurra, teniendo en cuenta que tanto la audiencia como las altas esferas televisivas tendrán la palabra final. Por eso no debemos dejarnos atrapar por el título.

En resumen: el título que se da a una serie debe ser lo suficientemente “abierto” para que pase lo que pase a lo largo de las temporadas siga teniendo sentido. Lost y Friends, serían buenos ejemplos (ya sé que puede que los encuentren y que puede que se hagan enemigos, pero no seamos quisquillosos). Por supuesto, debemos intentar que al mismo tiempo, sea original, sugerente, y que nos transmita en la medida de lo posible, el espíritu de la serie: en este caso, Lost y Friends pierden puntos.

Pero claro, cada caso es cada caso, de hecho creo que estos dos títulos tan elementales y a la vez tan universales seguramente hayan contribuido a dar a estas dos series la categoría de icónicas, de máximos referentes de los géneros de aventuras y comedia en nuestras pantallas. ¿Qué opinais?

Dejando de lado estos dos ejemplos concretos, estoy en particular desacuerdo con los títulos que incluyen el nombre del protagonista(1). Vamos a analizar este punto tomando dos ejemplos de similares características (salvando las distancias que da la calidad, claro): Smallville y Buffy, cazavampiros.

En el primer caso, se ha optado por elegir el nombre del pueblo en el que transcurre la acción. Pues bien, aquí sabemos que Clark (el futuro Superman) es el protagonista indiscutible de la serie, sí, pero al no ser mencionado en el título, parece que en cierto modo, la coralidad cobra fuerza.

Puede que si, siguiendo con el ejemplo, Buffy, cazavampiros se titulara “Sunnydale”, la definiríamos (al menos en sus últimas temporadas) como “un grupo de jóvenes con poderes mantiene a raya las fuerzas del Mal, siempre ganan porque tienen a una rubia que es superpro y casi siempre es ella la que salva el día”; en lugar de “una rubia con superpoderes y sus amigos superpros mantienen a raya las fuerzas del Mal”. No me meto en cuál es la definición correcta, pero de verdad creo que nuestra concepción de la serie cambiaría.

Este tema necesita documentación por un tubo, pero os voy a comentar un par de mis títulos favoritos, y os pido que me dejéis los vuestros, para un futuro post más detallado:

-Damages (es el término judicial/jurídico o lo que sea, que equivale al español “daños y perjuicios”). La serie va de abogados y es un thriller. En una serie que se llame Damages puede pasar de todo, pero sabemos con qué tono y con qué ambientación (dos cosas que suelen perdurar en las series).

-No me atrevo a traducir My so-called life pero sería algo así como “mi sobrevalorada vida”, “eso a lo que llaman mi vida”... Angela Chase, la protagonista de la historia, nos narra en voz en off y con un tono un tanto apático, sus aventuras y desventuras en un instituto americano cualquiera, con todos sus tópicos y con todas sus animadoras. Pero ya entendemos que su punto de vista va a ser diferente al habitual en este tipo de series, va a tener un matiz amargo y desencantado.

En Canal+ la llamaron Así es mi vida y claro, se cargaron el título. Casi exactamente el mismo caso que Freaks and Geeks algo así como “Gamberros y Cerebritos” que mostraba la vida de estos dos grupos marginales de todo instituto y que al traducirse en España como Instituto McKinley pues como que perdió el chiste. Pero si nos metemos en el tema de las traducciones perdemos el día aquí(2).

Vamos ahora con un caso que me parece desacertado. Siento que sea español, pero es el primero que se me ha ocurrido, y creo que es un ejemplo perfecto: Siete vidas.

Este título hace referencia a David (Toni Cantó), que en el primer capítulo de la serie, regresaba de un coma de 18 años. La expresión “siete vidas” habla de ese segundo despertar del prota, y tiene un punto canalla que encajaba con el espíritu de la serie. Pero cuando la trama del despertar se olvidó (David se reinsertó en la vida cotidiana más rápido de lo que yo esperaba), el “punto canalla” no tenía tanta entidad como para soportar ese título… Y menos cuando en la segunda temporada, Toni Cantó se piró de la serie.

Yo, tonto de mí, creía que lo que iban a hacer para readaptar el título era, tras la marcha de David, mantener siempre en nómina a siete protagonistas, pero eso sólo pasó en algunas temporadas (en la tercera, por ejemplo).

Lo que no me explico –otra digresión! Empiezo a tener un estilo propio!- es cómo no cambiaron la canción de la cabecera (“Quién podría imaginar que volvería de este viaje…”). Comprendo que cambiar el título de una serie es algo complicado y hasta cierto punto peligroso, ya que los cambios que surgieran a partir de ese momento tendrían más importancia de la normal. Ya me imagino las conversaciones: “Siete Vidas me molaba, pero CasiKeNo me parece una mala copia del original” “-Pero si es la misma serie!” “No es lo mismo, no es lo mismo”. Pero las sintonías pueden cambiar sin que nadie se inmute.

Me he pasado con Siete Vidas, lo sé, pero no os preocupéis porque en otro artículo que estoy escribiendo recibe el “Premio Camiseta Roja a la Cabecera Casi Metalingüísticamente Perfecta”.

Ya para acabar, lo prometo, acabaré de verdad, sólo decir que detesto los títulos tipo Compañeros, Policías, Abogados, Periodistas… pero afortunadamente ya han caído en desuso. De otra manera, Sin tetas no hay paraíso se titularía, sin duda alguna, “Narcotraficantes”.

Iba explicaros el título de mi blog, pero lo dejo para otra ocasión, que no quiero que os durmáis.


Acepto/solicito/necesito links, bibliografía y todo lo que se os ocurra sobre este tema o cualquier otro relacionado con el lenguaje televisivo. Por favor, no os cortéis con vuestros posts (aunque mejor no os metáis con mi estilo redactando yo soy el primero que se avengüenza) y comentad lo que os dé la gana, como si os quereis salir del tema (bueno mis colegas que no me saluden en plan personal ni usen el blog para ahorrarse mandarme sms´s). Quiero que este blog sea un foro de debate en el que mis artículos más que artículos a comentar, sean el pistoletazo de salida a debates sobre series de todo tipo. Bienvenidos. (y perdonad de nuevo la extensión del artículo, no todos serán así de largos).


(1)imdb usa como “tag” para las búsquedas “character name in tittle” (nombre de personaje en el título).
(2)Iba a hablar sobre la manía de Antena3 de llamar a sus series "Cosas de…", pero me he encontrado otro artículo que ya lo hace, así que os linkeo a El listillo de la tele.